Introducción
En Colombia, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de los 50.058 casos de violencia conyugal reportados entre enero y septiembre de 2009, 88% de las víctimas fueron mujeres, que terminaron golpeadas o maltratadas por su pareja sentimental. Así mismo, en 2008 se identificó que de los 1.139 homicidios de mujeres registrados, 92 fueron cometidos por sus parejas.
La violencia en la pareja representa 67% del total de casos de violencia intrafamiliar, según el mismo instituto. Esta investigación busca identificar, en las mujeres maltratadas por su pareja, cuáles son sus niveles de resiliencia frente a este maltrato, es decir, la investigación se va a contextualizar en el después de un tiempo del maltrato; ofrece así un marco teórico previo a investigaciones que deseen obtener este concepto (resiliencia) como un plan de prevención y tratamiento para quien sufre el maltrato.
Werner (1992, citado por Melillo, 2004) observó que no todas las personas sometidas a situaciones de riesgo sufrían enfermedades o padecimientos, sino que, por el contrario, había quienes superaban la situación y hasta surgían fortalecidos. Este fenómeno se denomina en la actualidad resiliencia. Werner estudió también la influencia de los factores de riesgo, los cuales se presentan cuando los procesos del modo de vida, de trabajo, de la vida de consumo cotidiano, de relaciones políticas, culturales y ecológicas se caracterizan por una profunda inequidad y discriminación social, inequidad de género e inequidad etnocultural que generan formas de remuneración injustas, con sus consecuencias: la pobreza, una vida plagada de estresores, sobrecargas físicas, exposición a peligros, que caracterizan a determinados modos de funcionamiento social o de grupos humanos Werner (1992, citado por Melillo, 2004) siguió durante más de treinta años, hasta su vida adulta, a más de 500 niños nacidos en medio de la pobreza en la isla de Kauai. Todos pasaron penurias, pero una tercera parte sufrió además experiencias de estrés o fue criado por familias disfuncionales por peleas, divorcio con ausencia del padre, alcoholismo o enfermedades mentales. Muchos presentaron patologías físicas, psicológicas y sociales, como se esperaba desde el punto de vista de los factores de riesgo. Pero ocurrió que muchos lograron un desarrollo sano y positivo: estos sujetos fueron definidos como resilientes.
En esta investigación para medir el maltrato en pareja en mujeres se utilizó el instrumento lista de chequeo de experiencias de maltrato en la pareja, forma A, deRey Anacona (2006),instrumento que permiteinformar 79 formas de maltrato realizadas por la pareja, de carácter físico, psicológico, emocional, económico y sexual, a las que se responde por medio de una escala tipo Likert, con la cual se realizará una comparación con los resultados de la escala de resiliencia deWagnild & Young (1993), que es una escala tipo Likert de dos factores: competencia personal y aceptación de sí mismo y de su vida. Refleja cinco aspectos de la resiliencia: perseverancia, confianza en sí mismo, sentido de la vida y ecuanimidad.
No se puede hablar de resiliencia sin antes haber vivido una situación de adversidad; por esta razón se quiere identificar cuáles son las habilidades personales que tienen 236 mujeres para afrontar el maltrato en pareja.
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