INTRODUCCIÓN
La transición de una época a otra, sumado al complejo panorama científico actual, enmarcan los discursos que se generan dentro de las disciplinas humanas y sociales, a quienes compete dar algún tipo explicación de lo que está aconteciendo. Uno de los aspectos que llama hoy la atención, es la concepción de lo político, en tanto el concepto tradicional es restrictivo y excluyente de nuevas maneras de hacerse visible, de nuevas formas de participar.
Son los antecedentes de la política institucionalizada los que ocasionaron su transformación, convirtiéndola así en una cuestión netamente mercantil dada por la globalización. Otro aspecto que marca también esta tendencia de cambio es, según Lechner (2010), la pérdida de soberanía de las naciones, que se ajustan a infinidad de eventos como crisis económicas, internet, tratados medioambientales, organizaciones internacionales, entre otras; esto genera en la política una respuesta poco sólida que obliga a la sociedad a cambiar, a modificar la noción de sujeto por una definición más amplia que reconozca la diferencia y la complejidad del contexto.
Por lo anterior, y con la necesidad de comprender los fenómenos de organización y reorganización social, el presente trabajo investigativo da cuenta, desde la disciplina psicológica de cómo se construyen, crean y comunican colectivamente manifestaciones de tipo artístico dentro de un marco de nuevas ciudadanías, como un proceso que nace de la creación individual, pero que también es transformador cuando se plasma y se comunica subjetivamente desde una realidad particular que adquiere desde entonces un carácter social, puesto que identifica una realidad colectiva.
La complejidad que posee la organización colectiva, el cómo se agrupan e identifican un grupo de personas, las situaciones y las formas a través de las cuales se vinculan, se desvinculan y logran objetivos afines, no es solo un tema relevante, es también una cuestión social que debe entenderse, tanto desde la comprensión de cómo las manifestaciones artísticas son una forma de escape que rompe con esquemas tradicionales, desde y en la población joven, que se empodera y potencializa buscando ser escuchada; así como desde la repartición de espacios físicos en la ciudad, con límites invisibles que debaten las fronteras entre lo público y lo privado, inmersos en un contexto latinoamericano, colombiano, pero sobre todo bogotano
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